SEMANA II
13:11
Es motivador iniciar nuevos
trabajos con personas que se acercan hasta el despacho, buscando mi
asesoramiento.
Me encuentro con un joven que
desea apoyo para afrontar un proyecto vital con el que lleva años y no termina
de culminar: oposiciones. Me gusta encontrarme con gente
que lucha por sus sueños, aunque la expectativa no se vea corroborada por la
realidad.
También me siento feliz por la
evolución de otro joven que, tras estar sólo seis meses en su nuevo puesto de
trabajo, la empresa le propone que sea monitor de los nuevos empleados que se
incorporen a partir de ahora. ¡Magnífica noticia para él y su familia!.
Unos llegan y otros se van, como
ha sido el caso de una mujer que finalmente se traslada con su nueva pareja
fuera de la ciudad, buscando así nuevas emociones y proyectos ilusionantes. Qué
bueno es no aferrarse a cosas, lugares… o personas.
Otro paciente que se fue lo hizo
tras sólo tres sesiones y argumentó motivos económicos para ello. Supongo que
algo de eso habrá, pero sospecho que tenía otra idea en la cabeza de lo que
podía avanzar conmigo y quizás no lo haya logrado. Le ofrecí alternativas en lo
puramente monetario para continuar el trabajo en el despacho, pero prefirió
esperar para más adelante. ¡No puedo acertar siempre!
Destaco también la sesión con una
madre preocupada por su hijo que está terminando el bachillerato y que le pedí
que estuviera al margen de la responsabilidad hacia con él para los estudios.
Vino un tanto molesta porque en el segundo trimestre su hijo aumentó el número
de suspensos, pasando de 3 a 5. Entiendo su enfado, pero vuelvo a argumentarle
el por qué de mi sugerencia. La próxima semana citaré al referido.
Sobre el resto de la semana, al
margen de las sesiones, me quedo con el éxito de afluencia de público a la
promoción de mi libro en Los Palacios y Villafranca, así como la otra cara de
la moneda en cuanto a la enorme decepción que supuso comprobar qué falta
interés generó el mismo acto en la Delegación de Sevilla del COPAO, donde sí
contamos con la presencia del Decano Fernando García.
En fin, otra semana más en el
paraíso.