Cuando pensé en este apartado, no tenía claro si finalmente sería o no de utilidad, puesto que reflexionaba sobre la subjetividad de la indiferencia, de manera que lo que a un psicólogo/a le puede impactar, a otro no le generará ningún titubeo. Sin embargo, salvando esta subjetividad incontestable, considero que puedo presentarte varios enunciados expresados por algún que otro paciente, que casi con toda seguridad te generarían vacilaciones como a mí me ocurrió.
(...) Una recomendación que hago en el libro, de manera genérica, es que se cuente hasta diez antes de responder al paciente, porque tu primera contestación estará muy marcada por tu estado emocional y es posible que te arrepientas de lo que digas.
En el libro doy respuesta a estos y más comentarios. He aquí un ejemplo:

Sólo el término "creo" reduce un poco el valor tan negativo de esta aseveración. Es cierto que la persona que la expresa tendrá sus motivos, pero está equivocada al divulgar el hecho de no encontrarse mejor con la ayuda de un psicólogo, con la generalización de que esta disciplina no sirve para nada.
Es por eso de vital importancia que se explique qué hacemos los psicólogos, cómo funcionamos, en base a qué conocimientos, qué finalidad tiene la Psicología en general y otras cuestiones que muy probablemente le pueden hacer variar su opinión al respecto.
Te adelanto más comentarios reales a los que doy respuesta en el libro:

• "Si llego a saber esto no hubiese empezado la terapia"
• "El psicólogo al que iba antes era mejor que tú"
• "No quiero venir más a terapia, pero debo hacerlo para que mi pareja crea que esto me interesa"
• "Necesito saber con exactitud cuándo estaré bien"
• "El psquiatra al que voy me dijo que no volviera más a verte"
• "El tiempo de duración de la sesión me parece insuficiente para que avance"

(...) Reaccionar ante estas expresiones no es sencillo, ni incluso aunque tengas la experiencia profesional de veinticinco años en situaciones de este tipo. No siempre te sientes igual para responder de la manera más apropiada (...)

Te recuerdo lo complejo y difícil que resulta el mundo de la psicoterapia, donde casi cualquier aspecto cuenta en la evolución de los pacientes. (...) Las palabras pueden parecer inofensivas, pero no deberías despreciar su poder, sobre todo porque nosotros nos basamos en ellas para realizar nuestra labor cómo psicólogos. Es por ello fundamental que en cada sesión estés plenamente centrado en lo que quieres transmitir y, especialmente, lo que quiere mostrar el paciente. (...)