Todo el mundo levanta la mano para ser reconocido como la persona que peor lo está pasando en esta pandemia.

Cada cual aporta el argumento que le viene mejor: edad, situación económica, enfermedad, circustancias laborales o cualquier otra causa que se considere más importante que la de otra persona.

Seguro que a ninguno le falta razón y que todos tenemos nuestro sentido al solicitar tal distinción.

• La realidad... es que no está siendo fácil para nadie, pues cada individuo tiene su propio contexto.

• La realidad... es que nadie tiene derecho a decir a otra persona cómo de mal lo debería estar pasando, pues no existen criterios objetivos para ello.

• La realidad... es que todos deberíamos respetar las emociones de quienes nos rodean y, en todo caso, mostrarles comprensión y apoyo.

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Manuel Salgado Fernández

Psicólogo clínico y del Deporte // Col. AN-2.455