La personalidad se va conformando a lo largo de nuestra vida, estando registradas y consideradas todas las experiencias vitales que vamos teniendo.

Por diferentes motivos, hay una etapa de nuestra existencia que destaca por encima de todas, en cuanto al valor de lo que nos llega por parte de los demás: La Infancia, en la que debemos ser muy cuidadosos con los sentimientos que favorecemos.

La CLAVE se sitúa en no perder de vista la necesidad de educar, de corregir, de enseñar, pero manteniendo intacta la autoestima del niño o la niña, de forma que crezcan desde la seguridad, la confianza y el cariño de su entorno, sin echarles encima elementos tóxicos de culpa.  

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Manuel Salgado Fernández

Psicólogo Clínico y del Deporte // Col. AN-2.455